Necesitamos cambiar Europa, buscando un futuro mejor para todas.

En un mundo globalizado, tenemos retos globales. Es una ilusión pensar que las crisis a las que estamos haciendo frente, tanto la ecológica como la migratoria, son resolubles a nivel nacional. La próxima década será crucial  para ocuparse de cuestiones tales como el cambio climático. Asuntos que afectarán el futuro de las jóvenes en todo el mundo. Como Jóvenes Verdes, somos conscientes de que estos problemas globales, así como nuestro futuro, se decidirán a un nivel europeo. Por ello, queremos hacer un llamamiento a todos los Estados miembro de la Unión Europea para hacer posible el poder votar en las elecciones europeas desde los 16 años.

Las personas que se encuentran actualmente en el poder en Europa prefieren los intereses de las compañías nacionales sobre los intereses de las jóvenes. Mientras los bancos fueron rescatados, las tasas universitarias aumentaron. Mientras los grandes escándalos de la industria automovilística fueron revelados, la Comisión Europea rechazó luchar por la calidad de nuestro aire. Mientras el 99.9% de los científicos están de acuerdo en que la incidencia del ser humano en el cambio climático es real, los legisladores rechazan poner sobre la mesa los objetivos sobre el cambio climático que salvaguardan un futuro sano y seguro para todas nosotras.

Las juventudes europeas rechazan quedarse paradas y mirar, necesitamos tomar medidas reales. Nacimos con una realidad europea, donde la colaboración y la solidaridad transnacional son patentes y valiosas. Esto lo valoramos y queremos mejorarlo. Mientras la Unión Europea hacía tratos sombríos para asegurar que los migrantes no llegaran a Europa, nosotras organizábamos camas, comida y actividades para las personas necesitadas y bajo los niveles de pobreza. Mientras las personas que estaban en el poder no tomaban medidas sobre la evasión fiscal,  nosotras cambiábamos a bancos ecológicos. Mientras que la industria automovilística era protegida por la Comisión Europea, nosotras tomábamos nuestras bicicletas para ir al colegio y al trabajo. Pero cada una de estas medidas individuales no son suficientes y ya es hora de respuestas institucionales adecuadas a las cuestiones más acuciantes que la humanidad afronta en este momento.

Nos negamos a ser parte de un sistema creado por una generación que parece olvidar que es nuestro futuro el que está en juego. Nosotras reclamamos Europa y estamos determinadas a opinar sobre como esta será en el futuro. Instamos a todos los gobiernos a cambiar las leyes electorales y dar nuestra voz al futuro. Antes de que sea tarde.