FYEG en la COP23

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC en inglés) es
la respuesta política internacional al cambio climático, fundada en Río, 1992. Una parte es
cualquier gobierno que haya ratificado la Convención. Hay un total de 190 partes, incluyendo
todos los países desarrollados y casi todos los países en vías de desarrollo. La Conferencia de
las Partes, conocida como COP, es la cumbre anual donde las naciones se reúnen para discutir
sobre el progreso alcanzado. El presente artículo es un informe de la delegación de la FYEG
durante la COP23 del año 2017.


Historia de las COP
La primera COP tuvo lugar en Berlín, 1995, pero la primera cumbre memorable fue la COP3, en
Kyoto, donde se firmó el primer acuerdo internacional para reducir las emisiones de gases de
efecto invernadero. Recientemente celebramos su 20 aniversario, el 11 de diciembre de 2017.
La COP6 fue fructífera en cuanto a acuerdos respecto a mecanismos flexibles, sumideros de
carbono, cumplimientos y financiación. La COP8 en Delhi fue la primera COP donde se acordó
que los países desarrollados transferirían tecnología a los países en vías de desarrollo y
minimizarían el impacto del cambio climático en estos últimos.
En la COP11 de Montreal el Protocolo de Kyoto entró en vigor, y el Mecanismo de Desarrollo
Limpio, CDM, que es una pieza fundamental del protocolo, se inició. En Copenhague, COP15,
los países comprometieron 30 billones de dólares para acelerar la financiación climática. En
consecuencia, en la COP16 de Cancún, fueron establecidos el Fondo Verde del Clima y los
Acuerdos de Cancún (el paquete más extenso de ayuda a los países en vías de desarrollo).

En la COP21 el histórico Acuerdo de París se decidió. 195 países acordaron juntos dar pasos
tangibles no solo para limitar el calentamiento global, sino también para crear resiliencia. Este
acuerdo tiene en consideración todas las responsabilidades y situaciones de las naciones, y
pide acciones que eviten la subida de temperaturas a 2 °C. Esto se logrará haciendo que los
países trabajen a través de las NDC (Contribuciones Determinadas a nivel Nacional). También
incorpora ayuda financiera, asistencia tecnológica y redes de desarrollo de capacidades de
manera que los países puedan ayudarse entre unos y otros a alcanzar sus NDC.
El Acuerdo de París es ampliamente apoyado. Nicaragua y Siria son los últimos en haberlo
ratificado. Nicaragua tuvo reticencias por su falta de ambición, aunque finalmente acabó
ratificándolo. Siria se unió, dejando a los Estados Unidos como la única parte con intenciones
de retirarse del acuerdo. Desde el Acuerdo de París, las negociaciones se han centrado en los
pasos críticos para asegurar que el objetivo no es solo logrado, sino incluso superado limitando
el calentamiento a 1,5 °C.
Qué pasó en Bonn
La cumbre del año 2017, COP23, tuvo lugar en Bonn y destacó por una razón: fue la primera
conferencia climática presidida bajo la presidencia de una nación insular, Fiji. Fiji es uno de los
estados que simplemente desaparecerá como consecuencia de la crisis climática.
Esta COP fue el penúltimo encuentro de las partes antes de discutir las directrices del Acuerdo
de París. Debido a esto, la conferencia climática fue una negociación “técnica”. No había

grandes decisiones en la agenda, como en París o en Copenhague – trató sobre cómo trasladar
las intenciones del Acuerdo de París a una serie de normas de trabajo.
Los resultados de la conferencia fueron los menos ambiciosos posibles. Las discusiones
progresaron de forma constante, con apenas puntos álgidos y sin la velocidad que necesitamos
ver. Esto significa, como en años anteriores, que las negociaciones climáticas se muestran
difíciles y son objeto de críticas por falta de ambición. Pero tienen la legitimidad en el proceso
internacional de toma de decisiones y por tanto no deben ser abandonadas a actores como la
industria fósil. O, como dijo un activista indígena, “si no estás sentado a la mesa para comer,
¡entonces es que tú eres el menú!”.
En la COP23, la acción climática antes de 2020 generó un conflicto entre países desarrollados y
en vías de desarrollo. Los países en vías de desarrollo pedían a los países desarrollados una
discusión clara sobre su acción climática antes de 2020, ya que el Acuerdo de París sólo se
refiere a objetivos de mitigación después de 2020. En siguientes fases, las partes informarán
sobre cómo aumentar los esfuerzos en mitigación del cambio climático antes del 2020.
Desafortunadamente, los países desarrollados no permitieron que las acciones de mitigación
pre 2020 se convirtieran en un punto de la agenda. Sin embargo, las partes acordaron
mantener sesiones de evaluación en 2018 y 2019 para revisar los esfuerzos de mitigación.
Una conferencia, dos zonas
Una de los temas más importantes en esta COP fue la configuración física de la conferencia.
Había dos zonas – la zona Bula, donde tenían lugar las negociaciones y encuentro, y la zona
Bonn, que contenía los pabellones de los países y eventos paralelos. Aunque a muchos
observadores se les permitía acceder a la zona Bula, a varias compañeras se les denegó el
paso. En uno de los grupos de trabajo de representantes jóvenes, solo dos de los 10 miembros
activos fueron capaces de acceder a la zona donde se mantenían las negociaciones. Según los
organizadores, estaba diseñado “para manejar el nivel de participación y los eventos de una
forma inclusiva”. Sin embargo, también sirvió para limitar el acceso de la sociedad civil al área
donde se realizaban las negociaciones. Existen preocupaciones sobre la opacidad de los
procesos de la UNFCCC y la dificultad de los grupos para involucrarse – nos pareció que esta es
otra barrera añadida para evitar que la sociedad civil desarrolle su labor crucial de observación
de las conversaciones.
Los Estados Unidos
Esta fue la primera cubre que tuvo lugar tras el anuncio de Donald Trump de que Estados
Unidos se retiraría del Acuerdo de París. El segundo día de la COP, Siria anunció que firmaría el
acuerdo, dejando a EEUU como el único país del mundo fuera del Acuerdo. Los Estados Unidos
tampoco se unieron a la Alianza de Energía sin Carbón, que se creó durante la COP23 para
acelerar la transición energética de los países. El slogan francés “#makeourplanetgreatagain” y
la cumbre climática organizada por Francia después de la COP23, donde los Estados Unidos no
fueron ni invitados, acentuaron la posición de aislamiento del país americano con respecto al
cambio climático.

Aun así, es importante señalar que además de la pequeña delegación de los Estados Unidos, la
delegación de la alternativa “We Are Still In” – la iniciativa de Estados, ciudades y empresas
estadounidenses que siguen comprometidos con el Acuerdo de París – se unió a la COP23 con
su propio pabellón.

El Plan de Acción de Género
El Plan de Acción de Género (GAP, por sus siglas en inglés) es el último logro en cuanto a
género desde el Programa de Acción sobre Género de Lima, acordado en al COP20 de Lima. El
objetivo de este Plan de Acción es la integración de la perspectiva de género en todas las pares
de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Esto significa que
todos los temas discutidos durante la cumbre deberán ser ahora revisados para detectar si son
sensibles al género. Ya que la crisis climática tiene un impacto diferente sobre mujeres,
personas transexuales e intersexuales en comparación a los hombres y ya que las injusticias
patriarcales se acentuarán, era importante la adopción de este Plan de Acción. En la primera
semana, se presionó a los negociadores. Por ejemplo, se mantuvieron reuniones con los
representantes alemán y noruego en el Plan de Acción de Género, informándoles de nuestras
perspectivas sobre feminismo y juventud. Además, se realizaron dos acciones en frente de las
salas de reuniones para reclamar la necesidad de actuar en este tema.
Las negociaciones sobre el Acuerdo de París siguieron estableciendo que las comunidades
locales e indígenas necesitan un acceso separado y propio a las negociaciones. Por ello, se
decidió la creación de la “Plataforma para comunidades locales e indígenas”, algo positivo pero
no tan ambicioso como se esperaba.
Océanos
La COP23 se ganó el sobrenombre de la “COP de los océanos” por la presidencia de Fiji. La
presencia de pequeñas islas-estado del Océano Pacífico trajeron la sensación generalizada de
urgencia a la COP, pero muchas tenían mayores expectativas con respecto a los resultados que
esta COP tendría para preservar los océanos. En la COP23, la Alianza Camino de los Océanos
(Ocean Pathway Partnership) se creó a iniciativa de Fiji. Esta alianza reclama a los estados a
incluir la protección de los océanos en sus NDC de 2020, algo que solo algunos países han
hecho hasta el momento. Los océanos son todavía dejados de lado en los procesos de la
UNFCCC y no existe ningún punto en la agenda para ellos. El representante de las Islas Cook
dijo en el evento de lanzamiento: “déjennos no esperar a que la alianza comience a trabajar”.
Sólo el tiempo nos dirá si las COP que no estén bajo la presidencia de islas pequeñas serán
capaces de atender este tema.
Agricultura
La COP23 fue la primera cumbre climática en mucho tiempo en que se vio un progreso real en
el área de la agricultura. El rol de la agricultura en la mitigación y adaptación es indiscutible, y a
menudo las ONG enfatizan que se para tratar la seguridad alimentaria la agricultura debe tener
una posición clara en la agenda de negociaciones. Durante la COP23, las partes acordaron la
creación de un grupo de trabajo conjunto entre SBI (Órgano Subsidiario de Implementación) y
SBSTA (Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico). Este grupo tratará
temas relacionados con el futuro de la agricultura. Durante los próximos años, la relación entre
agricultura y cambio climático será estudiada y, en 2018, los países darán información en
varios aspectos, como cómo mejorar los suelos sumideros de carbono, la fertilidad del suelo,
gestión ecológica de ganado e incluirlos en las negociaciones. Este paso puede no parecer
grande, pero después de años de bloqueo en las conversaciones sobre agricultura, alcanzar
consenso en un primer avance muy importante.
Artículo traducido. Original: FYEG at COP23. Autoras: Niina Ratilainen, Liesbeth Mensah, Anna
Peters, Tariq Khan y Kenneth Green.