Dependiendo de dónde vivas, la energía que alimenta el ordenador que estás utilizando ahora podría provenir de distintas fuente, aunque seguramente vendrá de combustibles fósiles. Desafortunadamente, ésta es la realidad en la que vivimos; el 67% de la electricidad mundial viene del carbón, el petróleo o el gas natural (IEA, 2014). Sin embargo, éste no tiene que ser necesariamente nuestro futuro. Las energías renovables son cada vez más baratas año tras año. El precio de la energía solar ha decrecido significativamente y la construcción de plantas eólicas cuesta casi lo mismo que las plantas para dedicadas a los sucios combustibles fósiles tradicionales.
Sabiendo esto, ¿por qué estamos usando todavía fuentes de energía que tienen efectos que nos dañan a nosotros y al resto del mundo? Pues porque las compañías de combustibles fósiles son extremadamente poderosas y luchan agresivamente contra políticas energéticas ambiciosas que amenazan sus beneficios. ¡Es tiempo de cambiarlo! Es hora de usar nuestro poder para demandar energías limpias. Y… ¿Qué significa eso exactamente?
Tarifas de alimentación (feed-in-tariffs)
http://www.centralenergia.cl/2010/07/13/feed-in-tariff/
Una de las formas más fáciles de expandir las energías solar y eólica es que los gobiernos ofrezcan tarifas de alimentación, que garantizarían inversión en renovables, convirtiéndola en una inversión segura y permitiendo a las renovables competir justamente con otras formas de energía. Lo habitual es que den a los hogares que tienen sus propios paneles solares una garantía de que empresas públicas comprarán su “energía extra”. Algunos gobiernos pagan a los ciudadanos por la producción de energía limpia (en general, incluso aunque no tengan energía extra que devolver al suministro). Su objetivo es siempre el mismo, dar a los ciudadanos un incentivo para invertir en renovables, igual que nuestros Gobiernos lo hicieron hace décadas por los combustibles fósiles. Tristemente algunos siguen únicamente esta última línea, entre ellos el Gobierno español.
Invertir en investigación
La investigación juega un papel fundamental en producir energía renovable, en los recientes años ha habido un gran desarrollo. Su eficiencia está creciendo, los costes de producción cayendo, y cada vez producen más energía. Sin embargo, no se ha alcanzado el máximo (aún queda mucho), y el desarrollo continúa. Se necesitan más recursos económicos disponibles para que la investigación en renovables avance, lo cual traerá un indiscutible beneficio presente y futuro.
Cooperativas energéticas
La energía renovable lleva a la descentralización y democratización de la energía. Los actuales sistemas de carbón, nuclear o gas producen energía en plantas centralizadas que iluminan ciudades enteras y regiones lejanas. Debido a esta extensión y al gran número de comunidades dependiendo de ellos, no se da pie a practicar cambios una vez se han construido, y requieren enormes extensiones y sumas de dinero para ser construidas y mantenidas. La descentralización significa que más unidades de producción de energía pueden pertenecer a ciudadanos individuales y pueden estar más cercanas al lugar donde la energía será usada, lo cual es más eficiente. Para la mayoría de la gente los parques solares y las centrales eólicas son todavía caros, incluso aunque a largo plazo puedan suponer beneficios personales. La respuesta a esto son las cooperativas energéticas, en las que las comunidades pueden reunirse e invertir como grupo su propio dinero para crear opciones solares o eólicas para producir/gestionar su propia electricidad. Esto les permite controlar cómo su energía está siendo producida y les libera de tener que «confiar» en un oligopolio que solamente se preocupa de sus propios intereses.
Nosotros, como verdes, estamos dispuestos a liderar estas iniciativas verdes y promocionarlas a lo largo y ancho del mundo. Deben ser la norma, no la excepción. Nunca lo olvidemos, #ItsOurFuckingFuture!